miércoles, 29 de octubre de 2008

Fotografiar el otoño: algunos consejos e imágenes para inspirarse (y II)


Aunque ya llevamos algunas semanas con la estación de otoño, parece que hasta ahora no ha hecho acto de presencia generalizada en nuestros paisajes. Por supuesto, se trata de una estación ideal para fotografiar, y en especial paisajes y naturaleza. Los colores más tamizados y la posición del sol, convierten a algunos lugares en espacios diferentes, coloristas y con ese toque nostálgico que otorga el clima otoñal.
En la naturaleza, al aire libre, es donde podemos encontrar mayores posibilidades para encontrar buenas imágenes otoñales. Aunque también en cualquier parque urbano se puede disfrutar de una sesión fotográfica intentando captar las hojas caídas, el tono de los árboles y sobre todo esos cielos que lucen impresionantes en el crepúsculo.

Como principales consejos se pueden resumir algunos muy simples:

El amanecer y la puesta de sol son horas magníficas para la fotografía de paisajes y en otoño se incrementan los tonos cálidos. La luz dorada que se filtra a través de un cielo gris, otorga tonalidades especiales a los paisajes.

Encontrar detalles singulares, como el color rojizo de algunas hojas caídas, permite disparar en macro y acentuar las texturas. O también las gotas de agua que penden de las ramas, algunas setas que empiezan a aparecer, un camino oculto por hojas y ramas caídas: son algunos ejemplos apropiados.

En los paisajes abiertos, el reflejo en los charcos o en algún lago o fuente dan mucho juego para acentuar los colores de la vegetación.

Es típico el paisaje de un bosque o una arboleda, pero también podemos encontrar detalles otoñales en la ciudad, como en un paseo, una alameda o una plaza llena de árboles. Hay muchas escenas donde sacarle partido a la estación.

Hay que tener cuidado con las mediciones, ya que un poco de luz filtrada entre la vegetación puede echar al traste una foto, así que hay que cuidar este aspecto (mirar el histograma) y mejor tender a subexponer, así lograremos colores más auténticos.

Aunque parezca repetitivo, pero el tema del color es un buen motivo para jugar a encontrar variedad de tonalidades y lograr fotografías llenas de fuerza cromática, jugando con la composición.

Ojo con la lluvia o el viento. Si tu cámara no está sellada, intenta llevar a mano una bolsa impermeable para proteger el equipo en caso de que nos sorprenda el mal tiempo.

Por último, y aunque es lo más costoso, pero hay que buscar la originalidad. En ocasiones tendemos a realizar fotografías que hemos visto multitud de veces, por lo que hay que exigirnos buscar nuevos ángulos, perspectivas o encuadres que aporten ese toque original, pero siempre dentro de nuestro estilo.

VIA: XATAKAFOTO

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